lunes, 11 de noviembre de 2013

Misticidad, Animalidad y Humanidad: la Vida de Pi y algunas ontologías

Misticidad, Animalidad y Humanidad: la Vida de Pi y algunas ontologías
Palabras Previas
Este escrito busca reflexionar sobre algunas nociones y discusiones en el pensamiento contemporáneo a propósito de la Película de Ang lee (2012), basada en el libro del mismo nombre de Yann Martel (2001). Nuestro interés no es hacer una reseña objetiva de la película sino usarla en tanto materia de reflexión para una articulación arbitraria, lo que recogemos es un recorte libre que pretende servir de nodo de conexión para las ideas seleccionadas de la literatura antropológica, así como también para dar un pie de inicio a discusiones menos convencionales en las academias. 

La película “Una Historia Extraordinaria” nos permite poner en diálogo algunas discusiones en tópicos interesantes como lo son la animalidad, la humanidad y la naturaleza como nodo ontológico, nos permite a su vez discutir su fuente, la ideología del naturalismo.
La siguiente discusión presenta una serie de momentos de la película que hemos seleccionado en función de nuestra propia interpretación de la obra, destacamos de que se trata de una elección arbitraria y no una secuencia lineal y coherente, nuestro interés no es hacer una reseña de la obra sino una discusión de algunas nociones, conceptos y planteamiento teóricos que nos resultan pertinentes de abordar a  través de la discusión de idea de Descola, Ingold y otros autores.
La película cuenta la historia de Pi, contada en el presente a modo de recuerdo a un escritor interesado en la historia (personaje que bien puede representar a Yann Martel), de esta forma, Piscine Patel cuenta su propia historia al extranjero escritor.
Personajes: ontologías, discursos y prácticas
Básicamente la historia es su experiencia naufraga en el pacífico acompañado de un tigre, Richard Parker, la historia de su naufragio y su experiencia extraordinaria como naufrago es el corazón y el desenlace de su historia, no obstante su historia inicia incluso antes de su nacimiento, con el encuentro de sus padres, un racional hombre de negocios y una pragmática jardinera, ambos se conocen en uno de los principales proyectos del padre de Pi, el Zoológico de un distrito indio, Pondicherry que había sido parte de la colonia francesa en India.
Si bien ambos padres eran indios, no respondían a la fe hindú, más bien se trataba de dos personas que adscribían a formas filo-occidentalistas de ver el mundo, representantes bastantes transparentes del racionalismo moderno, en términos analíticos podemos rastrear en aquellos personajes el naturalismo occidental, e identificar a manera de metonimia las cosmologías del naturalismo, pero por sobre todo aquellos personajes expresan parte del discurso del cientificismo racionalista de occidente, aunque claramente más acentuado en el caso del padre.
La historia de Pi, contada con una longitud que se hunde en las situaciones previas a su nacimiento y su nacimiento mismo dan una serie de detalles que funcionan como importantes elementos simbólicos, ya nos referimos ligeramente a lo que representarían sus padres en nuestro esquema de interpretación, ahora hemos querido referirnos a dos hechos, su nacimiento y su bautizo, ambos creemos que en nuestra lectura ayudan a anudar algunos conceptos vinculados aq la naturaleza, el naturalismo, la animalidad y la humanidad.
Su nacimiento es atendido por un veterinario, condicionado por la disponibilidad del zoológico el nacimiento de Pi es similar al de un animal en cautiverio, no el de un humano promedio.
Pese a lo racional de la pareja, al tener su segundo hijo deciden bautizarlo con un nombre ridículo en honor de su padrino, un nadador que había quedado enamorado de la piscina pública de parís, aquella fascinación de su padrino motivo a la pareja poner a su segundo hijo el nombre de Piscine Molitor Patel. Como suele ocurrir con los arranques de creatividad e innovación en la elección de los nombres, quienes sufren las consecuencias aquellas elecciones son quienes quedan cargando sus nombres, tal fue el caso y la experiencia de Piscine durante sus años escolares. Hasta que adopta el pseudonimo de Pi, el que busca relacionar al número pi.
El nombre, ridículo hasta para una mascota me parece es clave en la historia puesto plantea una forma de dualismo al que será su alter ego en el climax de lo extraordinario de su historia y de su experiencia de vida, el tigre de Vengala Richard Parker. Este último entra en la historia a temprana edad de Pi, llega al zoológico y sus miradas se cruzan tejiendo un punto en el telar de sus vidas, una relación queda establecida desde su infancia.
El Tigre y la Cabra
Un incidente permite ahora anudar ya los elementos que hemos querido destacar en nuestra interpretación, Pi intenta acercarse a la jaula de Richard Parker, sus ojos se pierden en los del tigre, su hermano entendiendo el peligro y la desobediencia a las órdenes del padre va en busca de los adultos, estos alcanzan a llegar y el tigre corre asustado. Su padre le dice a Pi, que el tigre no es su amigo, que es un animal y que no piensa como los humanos, el padre resalta la condición de animal como un opuesto a la condición de humanos, rescatamos acá el dato ya comentado del racionalismo hijo del naturalismo al que adscribe decididamente su padre.
En castigo el padre les hace presenciar el “salvaje acto” de la caza por parte de Pi, el que mata y devora a una cabra inocente, en este acto la cabra, inocente y domestica representa la fragilidad de lo sociabilizado frente al peligro salvaje y letal del tigre, un animal peligroso e instintivo.
La escena articulada y dirigida por el padre cual director de un cine real, vivido y participado buscaba convertirse en una lección de vida para Pi, su desobediencia lo ameritaba. En aquella escena se ponen en juego varios elementos comentados en el curso, primeramente la perspectiva antropocéntrica del naturalismo representada en el racionalismo del padre de Pi, en aquel personaje entra en escena aquel naturalismo que cuestiona autores como Descola (2012:263) cuando ponen en discusión lo irreductible de la humanidad como algo dado, como un dato absoluto, aquella certeza es la que representa el padre de Pi, su posición de poder, de jerarquía asociada de la certeza de una humanidad irreductible, no puede ser pensada sino como parte de un esquema de pensamiento, una ontología más como lo es el naturalismo en el sentido de que es la mitología que crea su propio objeto de reflexión, la naturaleza separada de lo humano, en el fondo del asunto está como articuladora estructural la dicotomía entre cultura y naturaleza, dicotomía que bien criticaran nuestro autores en una serie de trabajos (Descola 2012; Descola y Pálsoon et al 2001; Ingold 1988; Latour 2005 entre otros).
Este momento, clave en nuestra interpretación de la película también muestra elementos interesantes en la acción que realizan los animales, en la medida de que el padre genera una performance que busca demostrar su verdad, es así que el hecho de que el tigre mate y se coma a la cabra muestra el clivaje de lo salvaje y lo domesticado como metonimias de la naturaleza y la cultura, y lo hace en el elemento de las distancias sociales que muestran ambos animales, el tigre en su participación de los salvaje representa a la naturaleza, la animalidad como la naturaleza como bien indicara Ingold (1994:5) y por tanto su mayor distancia social a lo humano, en contraste, la cabra en tanto animal doméstico representa a la cultura, no en su animalidad sino en su docilidad… resulta conmovedora su docilidad al ser llevada ante su depredador, en aquella docilidad se refleja su menor distancia social, su proximidad a la cultura, una cultura que se expresa como el control de la naturaleza, la supremacía de lo humano.
En relación a lo anterior, y siguiendo a Ingold es muy importante poner el foco en la problemática de la distancia social entre humanos y animales, las distinción entre unos y otros nos permite ordenar las categorías de domestico-esclavitud, cazar-matar, carnivorismo y canibalismo (Ibid:3), con ello se reafirma esa supremacia de lo humano, la que se expresa microscópicamente en el ejercicio de poder del padre de generar una escena en la que los animales “demuestran” su verdad y que expresa fractalmente una cuestión estructurante, parte de la acción ocurre en un zoológico, el que como artefacto cultural expresa el control de la cultura por sobre la naturaleza.
En otra discusión que puede aportar a la lectura de la película es la de la construcción cultural de la animalidad, esta construcción va asociada por cierto a la misma idea y las ideologías de la humanidad, también a la ideología naturalista de la separación entre el hombre y la naturaleza, en ese sentido la idea del control sobre la naturaleza y los seres que la encarnarían, la humanidad como la expresión del amo de la naturaleza y de  reinar sobre los animales es como bien destaca Ingold un supuesto largamente enraizado en el pensamiento de occidente (Ibid:11).
Pi y la misticidad
Por su parte Pi, este personaje anómalo, hijo de racionalistas que creen en la ciencia es al contrario que sus padres, un místico, su búsqueda es espiritual y ecléctica, la dimensión religiosa es relevante para comprender integralmente al personaje. Su forma de entender la vida, su ontología contrasta radicalmente con la de su familia, esto puede verse  en escena en algunas tensiones domésticas en las que queda clara su condición de minoría al interior de la hegemonía familiar.
El misticismo de Pi, que lo lleva a explorar simultáneamente en tres tradiciones religiosas (hindú, cristiana y musulmana) debe ser entendida simbólicamente como una condición de extremos contraste al de la ontología familiar, el sentido de su misticismo profundo es una condición sui generis, Pi no es un creyente tipo sino un buscador de su propio propósito espiritual en la vida. Aquella condición lo acerca a ontologías otras, a formas de alteridad ontológica en relación a las expresadas por el naturalismo occidental, su perspectiva es holista y se presenta en tensiones a la segmentación del positivismo radical de la ciencia.
Para Pi, dios, la totalidad se expresa a través de señales que atraviesan misteriosamente  la vida lo que lo aleja de la visión de mundo expresada por su familia, lo alejan de occidente y de la ciencia como la entendemos, por vías distintas a las tratadas por la antropología de lo autores que hemos querido incorporar para fundamentar nuestra interpretación, no obstante lo cierto es que hay una distancia ontológica clara entre el personaje de Pi y su familia.
Volviendo nuevamente sobre algunas ideas ya tocadas, como las de la superioridad de lo humano sobre lo animal y de la cultura sobre la naturaleza, ambas como hemos argumentado, están íntimamente (también veladamente) al naturalismo, hemos de recoger otra reflexión de Ingold en este punto, nos dice que las categorías y el clivaje que nos separa de los animales va asociado a las justificaciones morales construidas, de esta manera si estamos separados de un origen común no tendremos problemas para construir las formas de nuestras responsabilidades con ellos, así desde un naturalismo que separa y desarraiga a la humanidad de la naturaleza, al humano de lo animal es funcional a la supremacía humana en todas las dimensiones y niveles, incluyendo lo que ya hemos visto como lo son el control y cautiverio animal, además del carnivorismo.
Respecto del último punto resulta interesante en el perfil del personaje Pi su vegetarianismo, el que si bien puede ser rastreado culturalmente (en su familia y su contexto cultural era una práctica habitual) no podemos dejar de vincularlo a su perfil en tanto personaje sui generis, de esta forma su negación de comer animales radicaba en una creencia religiosa en la que el animal es sagrado por compartir el espíritu con el humano, habría en ellos un origen común que hace que el comer a los animales sea una forma de canivalismo espiritual.
En relación a lo anterior es muy importante poner el foco en la problemática de la distancia social entre humanos y animales, las distinción entre unos y otros nos permite ordenar las categorías de domestico-esclavitud, cazar-matar, carnivorismo y canibalismo (Ibid:3), lo anterior puede ayudarnos para apoyar la interpretación que hemos elaborado sobre la escena en la que el padre de Pi hace que Richard Parker se coma a la cabra con Pi como testigo.
Antes de seguir me parece importante detenerme en un pequeño detalle, si bien mi interpretación explora el perfil aparentemente salvaje de Richard Parker, lo hago en la medida de que funciona en términos analíticos a lo que en nuestro esquema interpretativo representaría el padre de Pi, no obstante hemos soslayado la condición de animal de cautiverio de Richard Parker en favor de una visibilización de su perfil indómito.
Volviendo sobre la historia, clave para el desenlace de la obra es el viaje que la familia haría para irse a Canadá y a EEUU, un viaje en barco en el que se llevarían los animales para venderlos en América del Norte, este hecho reafirma la propiedad y la supremacía del Padra de Pi, los animales son so propiedad y pueden sin más ser objeto de su planificación mercantil.
El Viaje, el naufragio y la conciencia
En este viaje y u víspera, de gran relevancia es  el hecho de que Pi deja procesos abiertos como por ejemplo no despedirse de su enamorada, su relación queda sin cierre… la condición inconclusa se repetirá un par de veces en la historia mostrando según nuestra lectura, el propio karma de Pi, el infierno que debe superar.
Conocido es el naufragio de Pi, en el que resulta el único humano sobreviviente. Extraordinario es también el naufragio, primero es acompañado por la hiena, la cebra, la mamá orangután y el tigre Richard Parker. Omitiremos detalles para ir directamente a la travesía solitaria de Pi y de Richard Parker n el pacífico. Antes debemos acentuar que Pi, en tanto superviviente y en una condición de extraordinario naufragio no tiene el tiempo ni el tempo para vivir el duelo de su familia, y lo que es más relevante, no tuvo tiempo de despedirse de ellos.. es nuevamente la condición de inclonclusión lo que afecta ahora ya en una explicita crisis a Pi.
Es en este marco psicológico ambos viven su experiencia de muerte y renacimiento, ambos fenómenos como parte del mismo proceso, implicando una disolución de la dicotomía entre vida y muerte, entre humanidad y animalidad, entre naturaleza y cultura… el muchacho y el tigre comparten una experiencia en el marco de una historia en la que son opuestos complementarios, si bien representan una forma de dualismo, este es un dualismo en complementación del ser y de la experiencia, comparten algo que los hace uno. 

¿Que es lo que Pi y Richard Parker comparten? ¿Que es lo que humanos y animales compartimos? Buscaremos aproximarnos tibiamente a una respuesta desde el trabajo intelectual de Ingold, así como también desde la propia ontología filosófica de PI. En esa dirección y recogiendo una reflexión muy interesante rescatada por Ingold respecto del trabajo de Griffin (1984) y también el suyo propio, es la pregunta por cierto polémica (al menos desde el estatus quo racionalista moderno de las ciencias y culturalista en humanidades) es, el debate sobre el pensamiento animal.. hay un pensamiento animal? Piensan estos como nosotros hacemos?  Algunos autores como Griffin plantean que si, Ingold nuevamente discute a Griffin en la medida de que este supone de que su pensamiento se aproxima al nuestro es decir, que cada movimiento animal estaría precedido de un pensamiento, una especie de “pienso, luego  existo” de los animales, esta suposición es otra cara del antropocentrismo y será criticada por Ingold en la medida de que se asume que la capacidad de planear va ligada mecánicamente a una intencionalidad de la acción y esto no es necesariamente así en el comportamiento humano, con lo que se hace también difícil extenderlo a los animales.
Ingold propone separar la pregunta por el pensamiento, lo que podría ir asociado al lenguaje en los humanos de la pregunta por la conciencia, asociada esta última indiferenciadamente “a animales y a humanos”, para nuestro autor ambos poseerían conciencia, y esta se definiría como la capacidad de auto creación de la acción (Ingold 1988:9;), nos dice al resecto.. “los animales con sin duda conscientes, en la medida de que sus acciones son dirigidas por la conciencia, se puede afirmar que encarnan su intención o propósito” (Ingold 1986:210).
Los animales nos dice Ingold, pueden no poseer el pensamiento racional, aquel encarnado en el padre de Pi, aquel que buscaba Griffin (1984) pero poseen conciencia, esto sería lo que compartiríamos y que justificaría las ideas y los sentimientos de Pi, por tanto Richard Parker y Pi  en tanto tándem, par se vinculan mediante la conciencia. 

En nuestra lectura, Richard Parker y PI son el mismo personaje, la conciencia en tanto elemento los une, expresando la complejidades de la experiencia, entre ellos se tejen manifestaciones de los humano, de lo animal, de la naturaleza y de la cultura. Pi, con su nombre ridículo, su nacimiento de animal en cautiverio luego insertado en las redes de su sociedad, redes en las que su historia y su nombre resultan graciosas, vegetariano y también místico expresa heterogéneas condiciones en complejidad.
Por otra parte el tigre Richard Parker posee un nombre propio, un nombre que además remite a la colonialidad inglesa de la India, un nombre de poder, su paso por la cámara siempre remite solemnemente al peligro y a lo salvaje, por otra parte es un animal salvaje en cautiverio, es decir tiene una trayectoria opuesta en aquello a Pi, y por cierto a diferencia de su alter ego, si es carnívoro. Su travesía lo hace transitar entre diversos lugares corporales, psicológicos y espirituales, el hambre como interpelación visceral lo hace cuestionarse lo que sabe sobre si mismo, agradece a Visnú, el dios que mantiene al universo el aparecer como pescad ya salvarlos, llora al matar y comer el pescado, se vuelve un caníbal espiritual en su travesía, se aproxima a su alter ego.
Reflexión Final
Ambos representan dualidades más no dicotomías, aquella relación complementaria les permite sobrevivir, permite a Pi vivir su crisis y su renacimiento, atravesar su propio Karma, lo inconcluso…. y con ello seguir adelante, liberarse y hacerse poseedor de una experiencia extraordinaria, espiritual.

 Bibliografía
-Descola, Philippe y Gísli Pálsson (Coord). 2001. “Naturaleza y Sociedad: Perspectivas Antropológicas”, México D.F: Siglo XXI
-Descola, Philippe. 2012. “Más Allá de naturaleza y Cultura”, Buenos Aires: Amorrortu.
-Griffin, Donald. 1984. “Animal Thinking”, Cambridge, Massachussetts: Harvard University Press.
-Ingold, Tim. 1988. “Introducción” en Ingold (ed) “What is an Animal?”, London and New York: Routledge, pp:1-16
-Ingold, Tim. 1986. “Evolution and Social Life”, Cambridge: Cambridge University Press.
-Latour, Bruno. 2005. “Llamada a Revisión de la Modernidad Aproximaciones Antropológicas”, en Revista de Antropología Iberamericana N° especial Noviembre-Diciembre.
-Latour, Bruno. 2004. “The Politics of Nature: how to bring sciences into democracy”, Cambridge, Massachusetts, London:   Harvard University Press.
-Viveiros de Castro, Eduardo. 2002. “O Salvage Relativo”, Mana 8(1): 113-148
-Viveiros de Castro, Eduardo. 2003. “A Inconstáncia da Alma Salvagem”