Misticidad,
Animalidad y Humanidad: la Vida de Pi y algunas ontologías
Palabras
Previas
Este escrito busca
reflexionar sobre algunas nociones y discusiones en el pensamiento
contemporáneo a propósito de la Película de Ang lee (2012), basada en el libro
del mismo nombre de Yann Martel (2001). Nuestro interés no es hacer una reseña
objetiva de la película sino usarla en tanto materia de reflexión para una
articulación arbitraria, lo que recogemos es un recorte libre que pretende
servir de nodo de conexión para las ideas seleccionadas de la literatura antropológica,
así como también para dar un pie de inicio a discusiones menos convencionales
en las academias.
La película “Una
Historia Extraordinaria” nos permite poner en diálogo algunas discusiones en
tópicos interesantes como lo son la animalidad, la humanidad y la naturaleza
como nodo ontológico, nos permite a su vez discutir su fuente, la ideología del
naturalismo.
La siguiente discusión
presenta una serie de momentos de la película que hemos seleccionado en función
de nuestra propia interpretación de la obra, destacamos de que se trata de una
elección arbitraria y no una secuencia lineal y coherente, nuestro interés no
es hacer una reseña de la obra sino una discusión de algunas nociones,
conceptos y planteamiento teóricos que nos resultan pertinentes de abordar
a través de la discusión de idea de
Descola, Ingold y otros autores.
La película cuenta la
historia de Pi, contada en el presente a modo de recuerdo a un escritor
interesado en la historia (personaje que bien puede representar a Yann Martel),
de esta forma, Piscine Patel cuenta su propia historia al extranjero escritor.
Personajes:
ontologías, discursos y prácticas
Básicamente la historia
es su experiencia naufraga en el pacífico acompañado de un tigre, Richard
Parker, la historia de su naufragio y su experiencia extraordinaria como
naufrago es el corazón y el desenlace de su historia, no obstante su historia
inicia incluso antes de su nacimiento, con el encuentro de sus padres, un
racional hombre de negocios y una pragmática jardinera, ambos se conocen en uno
de los principales proyectos del padre de Pi, el Zoológico de un distrito indio,
Pondicherry que había sido parte de la colonia francesa en India.
Si bien ambos padres
eran indios, no respondían a la fe hindú, más bien se trataba de dos personas
que adscribían a formas filo-occidentalistas de ver el mundo, representantes
bastantes transparentes del racionalismo moderno, en términos analíticos
podemos rastrear en aquellos personajes el naturalismo occidental, e
identificar a manera de metonimia las cosmologías del naturalismo, pero por
sobre todo aquellos personajes expresan parte del discurso del cientificismo
racionalista de occidente, aunque claramente más acentuado en el caso del
padre.
La historia de Pi,
contada con una longitud que se hunde en las situaciones previas a su
nacimiento y su nacimiento mismo dan una serie de detalles que funcionan como
importantes elementos simbólicos, ya nos referimos ligeramente a lo que representarían
sus padres en nuestro esquema de interpretación, ahora hemos querido referirnos
a dos hechos, su nacimiento y su bautizo, ambos creemos que en nuestra lectura
ayudan a anudar algunos conceptos vinculados aq la naturaleza, el naturalismo,
la animalidad y la humanidad.
Su nacimiento es
atendido por un veterinario, condicionado por la disponibilidad del zoológico
el nacimiento de Pi es similar al de un animal en cautiverio, no el de un
humano promedio.
Pese a lo racional de
la pareja, al tener su segundo hijo deciden bautizarlo con un nombre ridículo
en honor de su padrino, un nadador que había quedado enamorado de la piscina
pública de parís, aquella fascinación de su padrino motivo a la pareja poner a
su segundo hijo el nombre de Piscine Molitor Patel. Como suele ocurrir con los
arranques de creatividad e innovación en la elección de los nombres, quienes
sufren las consecuencias aquellas elecciones son quienes quedan cargando sus
nombres, tal fue el caso y la experiencia de Piscine durante sus años
escolares. Hasta que adopta el pseudonimo de Pi, el que busca relacionar al
número pi.
El nombre, ridículo
hasta para una mascota me parece es clave en la historia puesto plantea una
forma de dualismo al que será su alter ego en el climax de lo extraordinario de
su historia y de su experiencia de vida, el tigre de Vengala Richard Parker.
Este último entra en la historia a temprana edad de Pi, llega al zoológico y
sus miradas se cruzan tejiendo un punto en el telar de sus vidas, una relación
queda establecida desde su infancia.
El
Tigre y la Cabra
Un incidente permite
ahora anudar ya los elementos que hemos querido destacar en nuestra
interpretación, Pi intenta acercarse a la jaula de Richard Parker, sus ojos se
pierden en los del tigre, su hermano entendiendo el peligro y la desobediencia
a las órdenes del padre va en busca de los adultos, estos alcanzan a llegar y
el tigre corre asustado. Su padre le dice a Pi, que el tigre no es su amigo,
que es un animal y que no piensa como los humanos, el padre resalta la
condición de animal como un opuesto a la condición de humanos, rescatamos acá
el dato ya comentado del racionalismo hijo del naturalismo al que adscribe
decididamente su padre.
En castigo el padre les
hace presenciar el “salvaje acto” de la caza por parte de Pi, el que mata y
devora a una cabra inocente, en este acto la cabra, inocente y domestica
representa la fragilidad de lo sociabilizado frente al peligro salvaje y letal
del tigre, un animal peligroso e instintivo.
La escena articulada y
dirigida por el padre cual director de un cine real, vivido y participado
buscaba convertirse en una lección de vida para Pi, su desobediencia lo
ameritaba. En aquella escena se ponen en juego varios elementos comentados en
el curso, primeramente la perspectiva antropocéntrica del naturalismo
representada en el racionalismo del padre de Pi, en aquel personaje entra en
escena aquel naturalismo que cuestiona autores como Descola (2012:263) cuando
ponen en discusión lo irreductible de la humanidad como algo dado, como un dato
absoluto, aquella certeza es la que representa el padre de Pi, su posición de
poder, de jerarquía asociada de la certeza de una humanidad irreductible, no
puede ser pensada sino como parte de un esquema de pensamiento, una ontología
más como lo es el naturalismo en el sentido de que es la mitología que crea su
propio objeto de reflexión, la naturaleza separada de lo humano, en el fondo
del asunto está como articuladora estructural la dicotomía entre cultura y
naturaleza, dicotomía que bien criticaran nuestro autores en una serie de
trabajos (Descola 2012; Descola y Pálsoon et al 2001; Ingold 1988; Latour 2005
entre otros).
Este momento, clave en
nuestra interpretación de la película también muestra elementos interesantes en
la acción que realizan los animales, en la medida de que el padre genera una
performance que busca demostrar su verdad, es así que el hecho de que el tigre
mate y se coma a la cabra muestra el clivaje de lo salvaje y lo domesticado
como metonimias de la naturaleza y la cultura, y lo hace en el elemento de las
distancias sociales que muestran ambos animales, el tigre en su participación
de los salvaje representa a la naturaleza, la animalidad como la naturaleza
como bien indicara Ingold (1994:5) y por tanto su mayor distancia social a lo
humano, en contraste, la cabra en tanto animal doméstico representa a la
cultura, no en su animalidad sino en su docilidad… resulta conmovedora su
docilidad al ser llevada ante su depredador, en aquella docilidad se refleja su
menor distancia social, su proximidad a la cultura, una cultura que se expresa
como el control de la naturaleza, la supremacía de lo humano.
En relación a lo
anterior, y siguiendo a Ingold es muy importante poner el foco en la
problemática de la distancia social entre humanos y animales, las distinción
entre unos y otros nos permite ordenar las categorías de domestico-esclavitud,
cazar-matar, carnivorismo y canibalismo (Ibid:3), con ello se reafirma esa
supremacia de lo humano, la que se expresa microscópicamente en el ejercicio de
poder del padre de generar una escena en la que los animales “demuestran” su
verdad y que expresa fractalmente una cuestión estructurante, parte de la
acción ocurre en un zoológico, el que como artefacto cultural expresa el
control de la cultura por sobre la naturaleza.
En otra
discusión que puede aportar a la lectura de la película es la de la
construcción cultural de la animalidad, esta construcción va asociada por
cierto a la misma idea y las ideologías de la humanidad, también a la ideología
naturalista de la separación entre el hombre y la naturaleza, en ese sentido la
idea del control sobre la naturaleza y los seres que la encarnarían, la
humanidad como la expresión del amo de la naturaleza y de reinar sobre los animales es como bien
destaca Ingold un supuesto largamente enraizado en el pensamiento de occidente
(Ibid:11).
Pi
y la misticidad
Por su parte Pi, este
personaje anómalo, hijo de racionalistas que creen en la ciencia es al
contrario que sus padres, un místico, su búsqueda es espiritual y ecléctica, la
dimensión religiosa es relevante para comprender integralmente al personaje. Su
forma de entender la vida, su ontología contrasta radicalmente con la de su
familia, esto puede verse en escena en
algunas tensiones domésticas en las que queda clara su condición de minoría al
interior de la hegemonía familiar.
El misticismo de Pi,
que lo lleva a explorar simultáneamente en tres tradiciones religiosas (hindú,
cristiana y musulmana) debe ser entendida simbólicamente como una condición de
extremos contraste al de la ontología familiar, el sentido de su misticismo
profundo es una condición sui generis, Pi no es un creyente tipo sino un
buscador de su propio propósito espiritual en la vida. Aquella condición lo
acerca a ontologías otras, a formas de alteridad ontológica en relación a las
expresadas por el naturalismo occidental, su perspectiva es holista y se
presenta en tensiones a la segmentación del positivismo radical de la ciencia.
Para Pi, dios, la
totalidad se expresa a través de señales que atraviesan misteriosamente la vida lo que lo aleja de la visión de mundo
expresada por su familia, lo alejan de occidente y de la ciencia como la
entendemos, por vías distintas a las tratadas por la antropología de lo autores
que hemos querido incorporar para fundamentar nuestra interpretación, no obstante
lo cierto es que hay una distancia ontológica clara entre el personaje de Pi y
su familia.
Volviendo nuevamente
sobre algunas ideas ya tocadas, como las de la superioridad de lo humano sobre
lo animal y de la cultura sobre la naturaleza, ambas como hemos argumentado,
están íntimamente (también veladamente) al naturalismo, hemos de recoger otra
reflexión de Ingold en este punto, nos dice que las categorías y el clivaje que
nos separa de los animales va asociado a las justificaciones morales construidas,
de esta manera si estamos separados de un origen común no tendremos problemas
para construir las formas de nuestras responsabilidades con ellos, así desde un
naturalismo que separa y desarraiga a la humanidad de la naturaleza, al humano
de lo animal es funcional a la supremacía humana en todas las dimensiones y
niveles, incluyendo lo que ya hemos visto como lo son el control y cautiverio
animal, además del carnivorismo.
Respecto del último
punto resulta interesante en el perfil del personaje Pi su vegetarianismo, el
que si bien puede ser rastreado culturalmente (en su familia y su contexto
cultural era una práctica habitual) no podemos dejar de vincularlo a su perfil
en tanto personaje sui generis, de esta forma su negación de comer animales
radicaba en una creencia religiosa en la que el animal es sagrado por compartir
el espíritu con el humano, habría en ellos un origen común que hace que el
comer a los animales sea una forma de canivalismo espiritual.
En relación a lo
anterior es muy importante poner el foco en la problemática de la distancia
social entre humanos y animales, las distinción entre unos y otros nos permite
ordenar las categorías de domestico-esclavitud, cazar-matar, carnivorismo y
canibalismo (Ibid:3), lo anterior puede ayudarnos para apoyar la interpretación
que hemos elaborado sobre la escena en la que el padre de Pi hace que Richard
Parker se coma a la cabra con Pi como testigo.
Antes de seguir me
parece importante detenerme en un pequeño detalle, si bien mi interpretación
explora el perfil aparentemente salvaje de Richard Parker, lo hago en la medida
de que funciona en términos analíticos a lo que en nuestro esquema
interpretativo representaría el padre de Pi, no obstante hemos soslayado la
condición de animal de cautiverio de Richard Parker en favor de una
visibilización de su perfil indómito.
Volviendo sobre la
historia, clave para el desenlace de la obra es el viaje que la familia haría
para irse a Canadá y a EEUU, un viaje en barco en el que se llevarían los
animales para venderlos en América del Norte, este hecho reafirma la propiedad
y la supremacía del Padra de Pi, los animales son so propiedad y pueden sin más
ser objeto de su planificación mercantil.
El
Viaje, el naufragio y la conciencia
En este viaje y u
víspera, de gran relevancia es el hecho
de que Pi deja procesos abiertos como por ejemplo no despedirse de su
enamorada, su relación queda sin cierre… la condición inconclusa se repetirá un
par de veces en la historia mostrando según nuestra lectura, el propio karma de
Pi, el infierno que debe superar.
Conocido es el
naufragio de Pi, en el que resulta el único humano sobreviviente.
Extraordinario es también el naufragio, primero es acompañado por la hiena, la
cebra, la mamá orangután y el tigre Richard Parker. Omitiremos detalles para ir
directamente a la travesía solitaria de Pi y de Richard Parker n el pacífico.
Antes debemos acentuar que Pi, en tanto superviviente y en una condición de
extraordinario naufragio no tiene el tiempo ni el tempo para vivir el duelo de
su familia, y lo que es más relevante, no tuvo tiempo de despedirse de ellos..
es nuevamente la condición de inclonclusión lo que afecta ahora ya en una
explicita crisis a Pi.
Es en este marco
psicológico ambos viven su experiencia de muerte y renacimiento, ambos
fenómenos como parte del mismo proceso, implicando una disolución de la
dicotomía entre vida y muerte, entre humanidad y animalidad, entre naturaleza y
cultura… el muchacho y el tigre comparten una experiencia en el marco de una
historia en la que son opuestos complementarios, si bien representan una forma
de dualismo, este es un dualismo en complementación del ser y de la
experiencia, comparten algo que los hace uno.
¿Que es lo que Pi y
Richard Parker comparten? ¿Que es lo que humanos y animales compartimos?
Buscaremos aproximarnos tibiamente a una respuesta desde el trabajo intelectual
de Ingold, así como también desde la propia ontología filosófica de PI. En esa
dirección y recogiendo una reflexión muy interesante rescatada por Ingold
respecto del trabajo de Griffin (1984) y también el suyo propio, es la pregunta
por cierto polémica (al menos desde el estatus quo
racionalista moderno de las ciencias y culturalista en humanidades) es, el
debate sobre el pensamiento animal.. hay un pensamiento animal? Piensan estos
como nosotros hacemos? Algunos autores
como Griffin plantean que si, Ingold nuevamente discute a Griffin en la medida
de que este supone de que su pensamiento se aproxima al nuestro es decir, que
cada movimiento animal estaría precedido de un pensamiento, una especie de
“pienso, luego existo” de los animales,
esta suposición es otra cara del antropocentrismo y será criticada por Ingold
en la medida de que se asume que la capacidad de planear va ligada
mecánicamente a una intencionalidad de la acción y esto no es necesariamente
así en el comportamiento humano, con lo que se hace también difícil extenderlo
a los animales.
Ingold
propone separar la pregunta por el pensamiento, lo que podría ir asociado al
lenguaje en los humanos de la pregunta por la conciencia, asociada esta última
indiferenciadamente “a animales y a humanos”, para nuestro autor ambos
poseerían conciencia, y esta se definiría como la capacidad de auto creación de
la acción (Ingold 1988:9;), nos dice al resecto.. “los animales con sin duda conscientes, en la medida de que sus acciones
son dirigidas por la conciencia, se puede afirmar que encarnan su intención o
propósito” (Ingold 1986:210).
Los
animales nos dice Ingold, pueden no poseer el pensamiento racional, aquel
encarnado en el padre de Pi, aquel que buscaba Griffin (1984) pero poseen
conciencia, esto sería lo que compartiríamos y que justificaría las ideas y los
sentimientos de Pi, por tanto Richard Parker y Pi en tanto tándem, par se vinculan mediante la
conciencia.
En nuestra lectura,
Richard Parker y PI son el mismo personaje, la conciencia en tanto elemento los
une, expresando la complejidades de la experiencia, entre ellos se tejen
manifestaciones de los humano, de lo animal, de la naturaleza y de la cultura.
Pi, con su nombre ridículo, su nacimiento de animal en cautiverio luego
insertado en las redes de su sociedad, redes en las que su historia y su nombre
resultan graciosas, vegetariano y también místico expresa heterogéneas
condiciones en complejidad.
Por otra parte el tigre
Richard Parker posee un nombre propio, un nombre que además remite a la colonialidad
inglesa de la India, un nombre de poder, su paso por la cámara siempre remite
solemnemente al peligro y a lo salvaje, por otra parte es un animal salvaje en
cautiverio, es decir tiene una trayectoria opuesta en aquello a Pi, y por
cierto a diferencia de su alter ego, si es carnívoro. Su travesía lo hace
transitar entre diversos lugares corporales, psicológicos y espirituales, el
hambre como interpelación visceral lo hace cuestionarse lo que sabe sobre si
mismo, agradece a Visnú, el dios que mantiene al universo el aparecer como
pescad ya salvarlos, llora al matar y comer el pescado, se vuelve un caníbal
espiritual en su travesía, se aproxima a su alter ego.
Reflexión
Final
Ambos representan
dualidades más no dicotomías, aquella relación complementaria les permite sobrevivir,
permite a Pi vivir su crisis y su renacimiento, atravesar su propio Karma, lo
inconcluso…. y con ello seguir adelante, liberarse y hacerse poseedor de una
experiencia extraordinaria, espiritual.
Bibliografía
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Gísli Pálsson (Coord). 2001. “Naturaleza y Sociedad: Perspectivas
Antropológicas”, México D.F: Siglo XXI
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“Llamada a Revisión de la Modernidad Aproximaciones Antropológicas”, en Revista
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-Latour, Bruno. 2004. “The Politics of Nature: how to
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-Viveiros de Castro,
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-Viveiros de Castro,
Eduardo. 2003. “A Inconstáncia da Alma Salvagem”
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