A propósito de que hace algún tiempo me encontré discutiendo con un futuro pedagogo sobre el documental como género es que terminé escribiendo este post para mi cotidiana e innecesariamente compleja tribuna. Respecto a la mencionada discusión mi contraparte planteaba que el documental (como género audiovisual) debía reemplazar al libro como fuente de conocimiento, un planteamiento como ese me pareció una tontería viniendo de un futuro profesor, su argumento se basaba en que el documental era más digerible que un libro y también más rápido de absorber. Naturalmente una tontería como ese no merecía seguir extendiendo las argumentaciones pero esa discusión me quedó dando vueltas en la memoria debida que me he encontrado con mucha gente que me ha planteado ideas ligeramente similares a la que mencionamos en el primer párrafo aunque no tan idiotamente radicales como aquella.
Muchos otros se auto tipifican como cultos debido a que han visto muchos documentales, esta situación me lleva a identificar una situación que a mi cotidiano criterio es peligrosa y que tiene que ver con la credulidad de las audiencias respecto a los contenidos que estos consumen en los documentales. El solo hecho de que algo sea mencionado en un documental es asumido como cierto por las dóciles ovejas televidentes, el formato documental es para ellos garantía de lo que ven es cierto. Respecto a esto no existe una cultura crítica que contextualice al documental como lo que es, como una obra audiovisual que opera en su propia lógica, la que no necesariamente se condice con la rigurosidad científica y con la posibilidad de generalizar lo que en ellos se muestra.
No existe un televidente crítico que pueda cuestionar el contenido que observa en el documental, no he conocido ni siquiera un televidente que haya revisado las fuentes de los documentales que ve.
Todo lo que se ve en un documental es asumido como verdad por que está en un documental ¿alguien se cuestionará alguna vez por los lineamientos editoriales de los autores? … o se piensa que siempre un documentalista es objetivo y metodológicamente riguroso? No he visto cuestionamientos básicos de este tipo ni de ningún otro en los “cultos” televidentes de documentales, dóciles ovejas que tragan sus “muy interesantes contenidos” previamente masticados por los intereses editoriales de los autores y las productoras que financian dichos productos audiovisuales. No veo a los cultos televidentes cuestionar si lo que ven es correcto o incorrecto sólo los veo creyendo lo que tragan por la vista como si ese solo ejercicio alimentara su “gran cultura”, no los he visto buscar un libro ni mucho menos tomar uno y revisar o contrastar lo visto. Con esa calidad de televidentes la ignorancia seguirá siendo la tónica de las masas y lo que es peor de algunos que se creen la “crema de la crema” en cuanto a lo docu-telisivamente cultivado de su intelecto, una mierda.
El documental como género está bien, siempre habrá buenos y malos documentales pero no puede defenderse la idea del reemplazo del libro por el documental, el documental no puede reemplazar a la literatura ni a la investigación científica ni mucho menos dar la idea de generalización de sus contenidos a otros contextos ajenos a la realidad que en ellos se muestran. El documental es una obra audiovisual que juega en la lógica de lo televisivo debe captar la atención del televidente y entretenerlo por más serio que parezca el tema, el documental no posee una metodología estandarizada que garantice certeza en lo que muestra y eso debiese estar más que claro.
Muchos otros se auto tipifican como cultos debido a que han visto muchos documentales, esta situación me lleva a identificar una situación que a mi cotidiano criterio es peligrosa y que tiene que ver con la credulidad de las audiencias respecto a los contenidos que estos consumen en los documentales. El solo hecho de que algo sea mencionado en un documental es asumido como cierto por las dóciles ovejas televidentes, el formato documental es para ellos garantía de lo que ven es cierto. Respecto a esto no existe una cultura crítica que contextualice al documental como lo que es, como una obra audiovisual que opera en su propia lógica, la que no necesariamente se condice con la rigurosidad científica y con la posibilidad de generalizar lo que en ellos se muestra.
No existe un televidente crítico que pueda cuestionar el contenido que observa en el documental, no he conocido ni siquiera un televidente que haya revisado las fuentes de los documentales que ve.
Todo lo que se ve en un documental es asumido como verdad por que está en un documental ¿alguien se cuestionará alguna vez por los lineamientos editoriales de los autores? … o se piensa que siempre un documentalista es objetivo y metodológicamente riguroso? No he visto cuestionamientos básicos de este tipo ni de ningún otro en los “cultos” televidentes de documentales, dóciles ovejas que tragan sus “muy interesantes contenidos” previamente masticados por los intereses editoriales de los autores y las productoras que financian dichos productos audiovisuales. No veo a los cultos televidentes cuestionar si lo que ven es correcto o incorrecto sólo los veo creyendo lo que tragan por la vista como si ese solo ejercicio alimentara su “gran cultura”, no los he visto buscar un libro ni mucho menos tomar uno y revisar o contrastar lo visto. Con esa calidad de televidentes la ignorancia seguirá siendo la tónica de las masas y lo que es peor de algunos que se creen la “crema de la crema” en cuanto a lo docu-telisivamente cultivado de su intelecto, una mierda.
El documental como género está bien, siempre habrá buenos y malos documentales pero no puede defenderse la idea del reemplazo del libro por el documental, el documental no puede reemplazar a la literatura ni a la investigación científica ni mucho menos dar la idea de generalización de sus contenidos a otros contextos ajenos a la realidad que en ellos se muestran. El documental es una obra audiovisual que juega en la lógica de lo televisivo debe captar la atención del televidente y entretenerlo por más serio que parezca el tema, el documental no posee una metodología estandarizada que garantice certeza en lo que muestra y eso debiese estar más que claro.
que seria de la televisión sin los documentales. no veo que le ves de malo
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, también pienso que la televisión no sería lo mismo sin documentales lo que planteo tiene que ver con que su contenido sea asumido como verdad sin cuestionamientos. Además detcao que no existe una estandarización de los modelos de investigación en documentales (lo que es comprensible ya que son obras que juegan en la lógica audiovisual y no científica)por lo que cada obra puede o no tener cierto grado de validez variable, cosa que no es comprendida por las audiencias que asumen que el sólo hecho de ser un documental garatiza validez y certeza. No digo que no me gusten los documentales sino la credulidad de las audiencias respecto a ellos. Gracias por tu comentario saludos.
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