Este post corresponde a un fragmento de una clase en la que se reivindica el papel de la subjetividad en la ciencia social y en la investigación social actual. Max weber es para mi tal vez el más vigente de los clásicos de la sociología.
Max Weber y su obra representan para la sociología un punto de inflexión y a la vez un hito puesto este representó uno de los intentos más rupturistas al intentar la superación de un doble dilema en el pensamiento sociológico y en sus procedimientos metodológicos (y de esta forma también logro instalarse como referente a nivel transversal en las ciencias sociales), este dilema estaba dado por obstáculos derivados del tratamiento bifurcado entre el empirismo y el metafísico.
Establece una distinción sociológica de alcance epistemológico a distinguir entre juicios valorativos (la toma de posición tanto positiva como negativa ante un hecho concreto) y juicios de hecho (relaciones entre los fenómenos) de esta forma los valores adquieren presencia y de hecho son los que determinan en mayor grado la elección de un problema de investigación o fenómeno, es más los valores son usados para determinar el foco investigativo pero una vez seleccionados Weber sostiene que la indagación debe sobre los fenómenos debe ser causal y objetiva y en este segundo momento los valores no deben intervenir.
Otro de los elementos claves en el armado conceptual y teórico del autor es el concepto de acción y acción social que desembocan en la relación social. Weber acentúa el énfasis descubridor en la orientación ontológica de su propuesta teórico-metodológica orientada a la comprensión de la realidad de la vida que estamos inmersos.
Aparece en este punto claramente la comprensión, la “verstehen” como orientación de la ciencia social weberiana en la que la significación cultural posee interés tanto inmediato como de proceso de configuración histórica.
Volviendo sobre la idea de acción, esta es para el autor toda conducta con significado para el sujeto actor, la acción sería social sólo cuando la acción de los actores tiene un sentido mentado referido a la conducta de los otros, en esta solución cognitiva el autor sentencia la distinción entre las ciencias y las disciplinas humanas o sociales ya que este sentido mentado no implica lo cierto, ni lo verdadero ni siquiera lo correcto sólo una significación de comprensión recíproca en lectura de la acción. En esta situación de indagación circulan las ciencias que el autor considera “empíricas” como la sociología y la historia mientras que las ciencias dogmáticas (derecho, lógica, estética) buscan en sus objetos de estudio lo “justo”, “lo correcto” y lo “bello”, imponiendo una normatividad prefija en la indagación, con lo que el sendero investigativo tiene su estación final pre condicionada.
Por cierto que toda su producción teórica sobre la acción comprensible y recíprocamente significada es de gran interés teórico pero dejaremos hasta acá la revisión weberiana puesto lo interesante de su teoría en función de nuestro proyecto radica en la concepción de ciencia comprensiva y de reivindicación del papel de la subjetividad en la ciencia social.
Establece una distinción sociológica de alcance epistemológico a distinguir entre juicios valorativos (la toma de posición tanto positiva como negativa ante un hecho concreto) y juicios de hecho (relaciones entre los fenómenos) de esta forma los valores adquieren presencia y de hecho son los que determinan en mayor grado la elección de un problema de investigación o fenómeno, es más los valores son usados para determinar el foco investigativo pero una vez seleccionados Weber sostiene que la indagación debe sobre los fenómenos debe ser causal y objetiva y en este segundo momento los valores no deben intervenir.
Otro de los elementos claves en el armado conceptual y teórico del autor es el concepto de acción y acción social que desembocan en la relación social. Weber acentúa el énfasis descubridor en la orientación ontológica de su propuesta teórico-metodológica orientada a la comprensión de la realidad de la vida que estamos inmersos.
Aparece en este punto claramente la comprensión, la “verstehen” como orientación de la ciencia social weberiana en la que la significación cultural posee interés tanto inmediato como de proceso de configuración histórica.
Volviendo sobre la idea de acción, esta es para el autor toda conducta con significado para el sujeto actor, la acción sería social sólo cuando la acción de los actores tiene un sentido mentado referido a la conducta de los otros, en esta solución cognitiva el autor sentencia la distinción entre las ciencias y las disciplinas humanas o sociales ya que este sentido mentado no implica lo cierto, ni lo verdadero ni siquiera lo correcto sólo una significación de comprensión recíproca en lectura de la acción. En esta situación de indagación circulan las ciencias que el autor considera “empíricas” como la sociología y la historia mientras que las ciencias dogmáticas (derecho, lógica, estética) buscan en sus objetos de estudio lo “justo”, “lo correcto” y lo “bello”, imponiendo una normatividad prefija en la indagación, con lo que el sendero investigativo tiene su estación final pre condicionada.
Por cierto que toda su producción teórica sobre la acción comprensible y recíprocamente significada es de gran interés teórico pero dejaremos hasta acá la revisión weberiana puesto lo interesante de su teoría en función de nuestro proyecto radica en la concepción de ciencia comprensiva y de reivindicación del papel de la subjetividad en la ciencia social.
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